1. Queso: Las bacterias producen ácido láctico, que sirve inicialmente para espesar la leche. Las bacterias también determinan el sabor de los quesos más adelante, en el proceso de maduración. Estos microorganismos influyen en el proceso de acidificación (disminución de pH), imprescindible para otorgarle al queso sus características propias (textura, sabor y aroma) e impedir el desarrollo de bacterias dañinas. Algunas de estas bacterias tienen la propiedad de producir gas carbónico, que queda atrapado en algunos quesos dando características particulares a estos como el emmental y queso gruyere, es decir, sus agujeros.
2. Cerveza: La levadura (Saccharomyces cerevisiae), una vez añadida al mosto, un líquido hecho de cebada, lúpulo, el azúcar y el agua, convierte el azúcar del mosto en alcohol y dióxido de carbono (las burbujas en la cerveza).
3. Pan: También se hace uso de la levadura, a pesar de que los subproductos de la fermentación de la levadura de la masa son agua y dióxido de carbono.
4. Vino: Al igual que la cerveza, el vino se hace con levadura, pero en lugar de lúpulo y la cebada, el material inicial son las uvas.
5. Encurtidos: los pepinos se fermentan con las bacterias productoras de ácido láctico, lo que da a las salmueras su sabor amargo, y también previene de las cepas de las bacterias dañinas. Los microbios utilizados: Enterobacter aerogenes, Lactobacillus brevis y L. plantarum, Leuconostoc mesenteroides, Pediococcus cerevisiae, Enterococcus faecalis
6. Olivas: Básicamente no comestibles hasta que se fermentan, las aceitunas son fermentadas con bacterias productoras de ácido láctico, incluyendo Lactobacillus brevis, Lactobacillus plantarum y Leuconostoc.
7. Yogurt: Los microbios literalmente agrian la leche. Los microbios utilizados: Lactobacillus bulgaricus y / oacidophilus y Streptococcus thermophilus.
Fuente: SenseList