Durante la Segunda Guerra Mundial, el piloto británico John Cunningham se hizo famoso por su especial habilidad durante las batallas aéreas nocturnas. Acreditó 20 derribos de aviones alemanes, de ellos 19 de noche.
Famoso como una estrella de cine, recibe el apodo “Cat Eyes” (“Ojos de gato”) por su excepcional habilidad en la batalla nocturna.
Y es que, tal habilidad, se había logrado gracias a una dieta especial de zanahorias a la que tanto él como su grupo de pilotos habían sido sometidos durante varios años, consiguiendo así desarrollar en los pilotos una visión nocturna superior.
La campaña publicitaria fue espectacular: Todos a comer zanahorias… mejoran la visión nocturna… como a nuestros pilotos… Los niños ponían la imagen del piloto en las paredes de sus dormitorios… los hombres sembraban sus jardines con zanahorias…
Y es que los científicos británicos habían desarrollado en secreto un sofisticado sistema de radar denominado “AI” (Airborne Interception) instalado por primera vez en los aviones y que, con la ayuda de los radares de tierra, guiaban a los cazas nocturnos hasta sus objetivos, los bombarderos alemanes.
Evidentemente, el Ministerio de Propaganda británico quería mantener en secreto sus investigaciones y progresos con el radar, y para ello desplegó esa fantástica explicación de las zanahorias y la visión nocturna.
El engaño también ayudó al Ministerio de Alimentos británico, a través del aumento del consumo de hortalizas, especialmente zanahorias, en los difíciles momentos del racionamiento y escasez de guerra, sobre todo ante las quejas por la falta de suficiente carne y otros alimentos racionados.
Fuente: La Aldea Irreductible