Una nueva investigación sugiere que podría haber riesgos para la salud asociados con el consumo de cantidades excesivas de beta-caroteno. Este antioxidante es un pigmento natural que da color a alimentos como las zanahorias, batatas y  algunas verduras. También se convierte en vitamina A,  los alimentos y los suplementos son las únicas fuentes de este nutriente esencial.

Pero los científicos de la Ohio State University (EE.UU.) han encontrado que ciertas moléculas que se derivan del beta-caroteno tiene un efecto contrario en el cuerpo: En realidad bloquean algunas de las acciones de la vitamina A, que es fundamental para la visión humana, el hueso,  salud de la piel, metabolismo y función inmune .

Debido a que estas moléculas se derivan del beta-caroteno, los investigadores predicen que una gran cantidad de este antioxidante está acompañada por una mayor cantidad de estas moléculas anti-vitamina A.

La vitamina A ofrece sus beneficios para la salud mediante la activación de cientos de genes. Esto significa que si los compuestos contenidos en una fuente típica de la vitamina está bajando su actividad en lugar de promover sus beneficios, demasiado beta-caroteno, paradójicamente, podría resultar en muy poca vitamina A.

Los hallazgos también podrían explicar por qué, en un ensayo clínico con décadas de antigüedad, un mayor número de personas que fueron complementados en gran medida con  beta-caroteno terminaron con cáncer de pulmón frente los participantes en investigaciones que no tomaron beta-caroteno en absoluto. El ensayo se terminó antes de tiempo por el resultado inesperado.

Los científicos no están recomendando no comer alimentos con alto contenido en beta-caroteno, y  continúan sus estudios para determinar qué condiciones ambientales y biológicas tienen más probabilidades de conducir a la producción de estas moléculas.

«Hemos determinado que estos compuestos se encuentran en los alimentos, que están presentes en condiciones normales, y es bastante habitual encontrarlos en la sangre de los seres humanos, y por lo tanto puede representar el lado oscuro de beta-caroteno», dijo Earl Harrison, Profesor de Nutrición Humana  en Ohio State  y líder del estudio. «Estos materiales tienen definitivamente acción contra las propiedades de la vitamina A, y básicamente podrían  interrumpir o al menos afectar el metabolismo de todo el cuerpo y la acción de la vitamina A. Sin embargo, tenemos que estudiar aún más para saberlo con certeza».

El estudio está programado para su publicación en la edición del cuatro de mayo 2012, en la revista Journal of Biological Chemistry.

Investigaciones anteriores ya ha establecido que cuando el beta-caroteno se metaboliza, se rompe por la mitad por una enzima, que produce dos moléculas de vitamina A. En este nuevo estudio, los investigadores del Estado de Ohio demostraron que algunas de estas moléculas se producen cuando el beta-caroteno se rompe en un lugar diferente mediante procesos que aún no están completamente entendidas y actúan para antagonizar la vitamina A.

Harrison es un experto en el estudio de los  llamados carotenoides antioxidantes, que dan a ciertas frutas y vegetales sus colores distintivos. Las propiedades antioxidantes de los carotenoides están asociadas con la protección de las células y la regulación del crecimiento celular y la muerte, todos los cuales desempeñan un papel en los procesos de múltiples enfermedades.

Fuente: EurekAlert¡