La historia de la palabra sándwich tiene una leyenda: hace unos trescientos años, el conde de Sándwich, Inglaterra, estaba en un club jugando a las cartas y cuando le trajeron carne que pidió, le ordenó al camarero que se la pusiera entre dos panes para podérsela comer con la mano y no perderse ni un detalle de su partida de juego. A partir de entonces, la gente empezó a decirles a los chefs que querían su comida «como la pidió Sándwich» y la palabra se convirtió en la referencia para cualquier tipo de plato hecho con panes que contienen comida.
Puede que la cocina de Oriente Medio fue la verdadera originaria del sándwich: durante milenios han preparado platos envueltos en panes que se comen con la mano y contienen diversos tipos de alimentos (carnes, vegetales, salsas o condimentos). En las tabernas nórdicas siempre ha sido normal comer rodajas de salchicha o jamón con pan y en la Edad Media eran comunes las meriendas con emparedados muy similares al sándwich.
Los españoles preparan sus famosas bocatas rellenas incluso de calamar y esa presentación se estableció como un almuerzo rápido para las clases obreras desde el siglo XIX en casi todos los países industrializados, llegando a crear grandes cadenas de restaurantes como Subway. Culturas como la india y la japonesa tienen sus propias versiones, con ingredientes y panes típicos, mientras que el Chavo del 8 popularizó en Latinoamérica las añoradas tortas, que no son más que un pan francés con queso, chiles y jamón.
Fuente: REVISTADONJUAN