Quizás conviene recordar que el primer contacto de Peter Higgs con el proceso de ruptura espontánea de la simetría fue gracias al vino. Cuando al joven doctor le dieron en 1960 una plaza de profesor en la Universidad de Edimburgo (Reino Unido), le dijeron que tendría que hacer de mayordomo en la cena de gala de la Primera Escuela de Verano sobre Física de las Universidades de Escocia (SUSSP60 por Scottish Universities Summer Schools in Physics). Su misión era comprar el vino y guardarlo a buen recaudo, fuera de las manos de los cuatro estudiantes que harían de camareros, los jóvenes Nicola Cabbibo, Sheldon Glashow, Derek Robinson y Tini Veltman (dos de ellos ya tienen el Premio Nobel). Ellos escondieron parte del vino en el reloj de péndulo de “la cripta” del Newbattle Abbey College y regaron con él sus conversaciones sobre física teórica hasta altas horas de la noche. Higgs sospechó algo al ver que ninguno asistió a la primera charla de la mañana siguiente.
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