Hace algunos meses surgieron las primeras noticias acerca de un tipo de grasa beneficiosa para nuestro organismo. Esta grasa, denominada en un principio grasa parda o grasa marrón se había encontrada únicamente en los bebés y servía, entre otras cosas, para evitar que los recién nacidos mueran congelados ya que esta grasa produce más calor que cualquier otro órgano del cuerpo. Y produce tanto calor porque esta grasa, en lugar de almacenar energía sirve para quemarla. Es decir, que en lugar de favorecer que nuestra cintura y caderas se vean cada vez más voluminosas, propicia la combustión de reservas energéticas. La otra grasa, la que hace que sí aparezca una voluminosa cintura, unas anchas cartucheras así como otras lorzas coporales, es la denominada grasa blanca y es la que sirve como reserva energética . Ésta no produce calor y por tanto no tiene tanto interés como la parda o beige.
Y decía que este tipo de grasa había sido noticia recientemente porque se ha hallado también en las personas adultas. Hasta hace poco se pensaba que sólo la poseían los bebes. Sin embargo, en los adultos esta grasa metabólicamente activa no es exactamente igual ya que en lugar de ser parda o marrón, es beige y es mucho menos abundante que en los primeros años de vida.
Según Symond, cuanto más sepamos acerca de este tipo de grasa mejor, ya que podría ayudarnos en la lucha contra la obesidad. Tanto es así que las empresas farmacéuticas ya se frotan las manos solo con pensar en descubrir la fórmula que frene o palíe tal epidemia de sobrepeso. Lograr activar la grasa beige es uno de los puntos en los que se está investigando. Los expertos señalan que de conseguirlo, sería posible comer más sin subir de peso, aunque, como pega, gastaríamos mucha energía innecesariamente, sudaríamos mucho y estaríamos calientes todo el tiempo.
Fuente: BBC