Kellogg ha abierto una tienda de Twitter pop-up, en Londres (Reino Unido) para promocionar su nuevo Crisps especial K. En vez de vender el producto, lo regala a cambio de tweets positivos al respecto.
A Slice, una agencia de eventos se le ocurrió la idea de la tienda. Los visitantes pueden elegir entre uno de las tres tweets desde el menú en la pared para enviar a sus seguidores, añadiendo el hashtag #tweetshop. A cambio se obtiene una muestra gratuita de la sabrosa merienda.