El número de medicamentos recetados que pueden tener graves efectos adversos al interaccionar con la toronja va en aumento, sin embargo, muchos médicos pueden no ser conscientes de estos problemas, según un artículo publicado en ‘Canadian Medical Association Journal‘.
Muchos de los medicamentos que interactúan con la toronja son frecuentemente prescritos y esenciales para el tratamiento de problemas médicos importantes o comunes, escribe el doctor David Bailey, del Instituto Lawson de Investigación Sanitaria de Londres (Reino Unido) junto con otros investigadores, quienes apuntan la necesidad de que los profesionales sanitarios sean conscientes de la posibilidad de este efecto adverso.
Bailey alerta de una «tendencia preocupante»: entre 2008 y 2012, el número de medicamentos con el potencial de interactuar con la toronja y causar graves efectos adversos ha aumentado de 17 a 43, lo que representa una tasa media de crecimiento superior a seis fármacos por año. Este aumento es un resultado de la introducción de nuevas entidades químicas y formulaciones.
En concreto, los autores del artículo describen más de 85 fármacos que pueden interactuar con el pomelo y 43 que pueden tener efectos secundarios graves. Otras frutas cítricas como las naranjas o limas también contienen los ingredientes activos (furanocumarinas) que causan la interacción por la inhibición irreversible de la enzima CYP3A4 que metaboliza los fármacos y que normalmente desactivan los efectos en un 50 por ciento de todos los medicamentos.
Los fármacos que interactúan con estos productos químicos poseen tres características: se administran por vía oral, tienen muy baja la biodisponibilidad intermedia (porcentaje de la dosis oral de fármaco absorbido en la circulación sanguínea sin cambios) y se someten a un metabolismo en el tracto gastrointestinal por la enzima CYP3A4.
Para fármacos con muy baja biodisponibilidad, la ingestión de una cantidad normal de la toronja puede ser análoga al consumo de dosis múltiples del fármaco solo, una interacción que puede producirse incluso si el pomelo se consume muchas horas antes de tomar el medicamento.
Los mayores de 45 años son los principales compradores de toronja y quienes reciben la mayoría de las recetas de medicamentos, por lo que la exposición sustancial a esta interacción es probable. Además, los adultos mayores pueden tener menor capacidad para tolerar concentraciones excesivas de medicamentos sistémicos, por lo que las personas mayores son especialmente vulnerables a estas interacciones.
Fuente: Alimentariaonline