Si se ponen unos trozos de cebolla en una habitación, se aliviará la tos más rebelde. Es una creencia muy arraigada, especialmente entre los padres de niños que suelen toser por las noches. Basta darse una vuelta por internet utilizando un buscador para encontrar gran cantidad de sitios, algunos de cierto prestigio, con explicaciones y razonamientos más o menos científicos sobre el tema.
El mito de la cebolla es un buen ejemplo de cómo reaccionamos los seres humanos en estas circunstancias. Imaginemos la situación de partida: una enfermedad o reacción incómoda y poco deseada, en este caso la tos, cansina, exasperante, incluso a veces dolorosa, que impide hacer vida normal y descansar. Un síntoma que no suele ser grave pero sí bastante espectacular, que nos conmueve de forma especial si afecta a nuestros hijos. Así que de forma consciente o inconsciente buscamos la solución desesperadamente.
Si la solución llega, de inmediato analizaremos qué ocurrió justo antes, para intentar deducir lo que provocó el cambio a mejor. Esa noche pensaremos que se debe a algo que hayamos hecho o modificado: Un cambio en la ventilación, en la cama, en la cena. O como hayamos puesto unos trozos cebolla en la habitación, con seguridad deduciremos que la responsable ha sido la cebolla.
Sin embargo, también puede haber pasado lo siguiente, por proponer un par de ideas:
- Que la tos está en remisión, ya que la enfermedad que la causa (por ejemplo, bronquitis) se está curando en su proceso natural. Toda enfermedad benigna y que se cura con las propias defensas del cuerpo pasa por una fase de agravamiento de los síntomas, punto álgido y remisión, y normalmente los remedios los aplicamos en la fase de punto álgido, por lo que lo habitual es que a partir de ese punto se evolucione naturalmente a mejor.
- Que se ha dejado de toser al llegar a una etapa más profunda del sueño, porque se está más cansado o simplemente porque la noche está más avanzada, y el cuerpo está más «insensible».
Pero la cebolla se llevará la palma, seguro. Y ¿qué dice la ciencia? ¿hay pruebas de que este sencillo método funcione?
En primer lugar, destacar que la confianza en la cebolla como remedio para la tos parece exclusiva de España, o al menos de los países de habla hispana. La información sobre el tema en inglés es prácticamente inexistente, por lo que deduzco que es algo «bastante nuestro«. Respecto a las pruebas concretas, tengo que decir que no parece haber nada. Pero nada de nada con un mínimo de seriedad. Ningún ensayo sencillo, estudio de intervención, meta-análisis ni nada parecido. Vamos, que no hay literatura científica sobre el tema. Parece que ninguno de los miles de especialistas en el aparato respiratorio de todo el mundo se ha puesto a intentar comprobar si un remedio tan sencillo y económico funciona o no. Mala señal. Lo único que he encontrado mediante Pubmed es el artículo «Onions, myths, beliefs, fashion and reality in asthma«, escrito por un pediatra español y comentando precisamente lo mismo, que lo de la cebolla y la tos por el momento es poco más que un mito español.
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