La OMS sigue trabajando para frenar la pandemia de obesidad y otras enfermedades crónicas, de ahí esta nueva compilación de directrices sobre el consumo de sal. El resultado: los adultos no deben consumir más de 2000 mg de sodio, o 5 g de sal, y al menos 3510 mg de potasio cada día.
Los departamentos de salud de cada país fijan sus políticas en gran parte basándose en estas directrices, con la intención de hacer frente a las enfermedades no transmisibles, tales como enfermedades del corazón, derrame cerebral, diabetes, cáncer y enfermedades respiratorias crónicas.
En este caso, pueden resultar medidas adecuadas un correcto etiquetado del producto, la actualización de las directrices dietéticas específicas de cada país y negociar con los fabricantes de alimentos una reducción de la cantidad de sal presente en sus alimentos procesados.
El sodio está naturalmente presente en gran cantidad de alimentos, como la leche y la crema (50 mg por cada 100 g, aproximadamente), o los huevos (aproximadamente 80 mg/100g).
En los alimentos procesados suele encontrarse en cantidades mucho mayores, como en el pan (250 mg/100g, aproximadamente); bacon (aproximadamente 1500 mg/100 g –la misma cantidad presente en los snacks).
También se encuentra en condimentos, como la salsa de soja (7000 mg/100 g aproximadamente) y las pastillas de caldo (20000 mg/100 g aproximamente).
Entre los alimentos ricos en potasio están las judías (cerca de 1300 mg/100 g); las nueces (600 mg/100 g, aproximadamente); verduras, como las espinacas (aproximadamente 550 mg/100 g); o algunas frutas, como los plátanos (cerca de 300 mg/100 g).
El procesado disminuye las cantidades de potasio presentes en muchos productos alimentarios.