Es hora de derribar un mito más: las manchas blancas en las uñas no tienen nada que ver con el calcio en forma directa. Las uñas están formadas por queratina, que es una proteína igual a la que forma los pelos y la epidermis. Y como proteína que es, está formada por aminoácidos. Nada de calcio por aquí, nada de calcio por allí. De hecho, la composición en calcio de las uñas no supera el 0,03 por ciento.
¿Y entonces? Es todo una cuestión arquitectónica. Las manchas blancas no son más que pequeñas burbujas de aire entre las capas que forman la uña.
¿Cómo es esto? Estructuralmente, las uñas son como tortas milhojas (esa que se desarma toda con el primer mordisco): están formadas por capas. Bueno, en realidad son bastante más complejas como se puede ver acá: pero simplifiquemos un poco la cuestión. Si el dedo sufre algún golpe, se puede producir una pequeña separación entre las capas y se genera una burbuja que aparece como una mancha blanca. Morderse las cutículas o cortarlas demasiado, hacer manualidades (el origami es después de todo un deporte de riesgo), teclear con fuerza o darle golpecitos a la mesa pueden provocar la aparición de manchas blancas en cualquier tipo de uña.