Ingredientes para dos personas
1 hombre inquieto
100 gramos de territorio oportuno
2 cucharadas de postre de espíritu torturado
2/3 de población hambrienta e ignorante
Una pizca de intolerancia
Un vaso de licor de sangre
En primer lugar debemos situar al hombre inquieto en el territorio elegido. Lo rociamos con dos cucharaditas de espíritu torturado, y lo mantenemos a fuego lento.
Posteriormente, vertemos a nuestro hombre en un lecho de crisis económica, y lo dejamos enfriar.
Transcurridos unos minutos, cortaremos en juliana la población hambrienta e ignorante, aliñándola con unas gotitas de intolerancia.
A continuación, lo mezclamos todo, añadimos el vaso de licor de sangre, y lo horneamos durante treinta minutos a temperatura media.
Hemos cocinado una religión.
Consejos del chef:
Podemos acompañarlo de una buena guarnición de gobernantes débiles de temporada que pretendan utilizar la religión como instrumento político.Fuente: irreverentes.org