Coca-Cola reveló ayer que las autoridades de la ciudad de Atlanta (EE.UU.) podrían imponerles sanciones monetarias o de otra índole debido a posibles inexactitudes en los informes sobre el proceso de aguas residuales de su planta en Atlanta.
Coca-Cola se enfrenta a una situación similar en Brasil, debido a «cuestiones relacionadas con el cumplimiento de la reglamentación ambiental» de sus centros en el Estado de Pernambuco.
En su informe anual presentado a la SEC (US Securities and Exchange Commission), Coca-Cola dijo que la planta de tratamiento de aguas residuales en Atlanta funciona de acuerdo a un permiso expedido por el gobierno en el cual se acatan los requerimientos del Acta de limpieza del agua de EE.UU. y todas las leyes estatales y locales relacionadas con este tema.
Coca-Cola advirtió que los informes contenían datos que revelaban problemas en el tratamiento de aguas residuales y por ello las autoridades de Atlanta estaban considerando las sanciones.