Este experimento fue inventado por Benjamín Franklin en el siglo 18 durante sus trabajos con la electricidad.
La bola colgante de aluminio se sentirá atraída por una lata de Coca Cola (en este caso), va a tocar, tomar su carga, y ser rechazada, y luego la bola de aluminio se moverá a través de la otra lata, y hace lo mismo con ella.
El matamoscas eléctrico puede producir una corriente eléctrica continua de 3000 V a 4000 V.