Un equipo de investigadores liderados por Alison Smith y Martin Howard, del Centro John Innes en Inglaterra, han estudiado una planta llamada Arabidopsis thaliana que gracias a sus características puede ser fácilmente estudiada en un laboratorio, ya que crece rápidamente y se conoce bien su material genético.
Las plantas son capaces de generar alimento usando la luz del Sol en un proceso llamado fotosíntesis. Sin embargo, cuando es de noche la planta necesita seguir alimentándose aunque sea incapaz de producir nuevos nutrientes ya que no dispone de la luz del Sol, por lo que raciona sus reservas durante la noche. Hasta ahora se pensaba que este proceso era automático e idéntico todas las noches, es decir, que la planta siempre consumía recursos a la misma velocidad, pero se ha podido comprobar que no es así, y que las plantas son capaces de adaptar su velocidad de consumo de energía según la cantidad de nutrientes de reserva que les queden disponibles y cuanto de larga es la noche. Todo este proceso se realiza sobre la marcha: la planta “calcula” cuanto duró la noche anterior y divide las reservas que tiene entre este tiempo, hallando la velocidad de consumo para la noche.
No se sabe qué estrategia molecular usa la planta para realizar la división, pero se tiene alguna pista. Se ha observado que las plantas que tienen una mutación en un gen llamado PWD no son capaces de adaptar su consumo según la duración de la noche, así que debe estar implicado en este ajuste.
Este descubrimiento parece que también está relacionado con los procesos de hibernación en animales, y se está comprobando qué posible mecanismo biológico hay detrás de ello.
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