• Ya en el año 50 antes de nuestra era, los griegos antiguos masticaban resina de entina.
• La mayoría de las actuales utilizan una base de plástico neutro, (el acetato de polivinilo, o también la goma de xantano).
• Anteriormente se utilizaba la savia de un árbol tropical el chiclero -Manilkara zapota- originario de México, América Central y América del Sur tropical, a este le debe su nombre más popular: chicle.
• De forma natural un chicle seguramente no te gustaría, ya que no tiene tanto sabor, es muy difícil de masticar y no puedes hacer bombas. Por ese motivo es que en lugar de la versión totalmente natural se empezó a mezclar con parafina refinada.
• En el siglo XVI, los españoles aprenden de los mayas que masticaban savia de chikozapote, o mas conocido como chicle.
• Tanto los mayas como los aztecas usaban el chicle para limpiar los dientes, y distraer un rato el hambre y la sed. Aunque mascarlo era algo muy difundido mascarlo en público no era bien visto.
• Su desarrollo industrial comenzó en EEUU a finales del siglo XIX, cuando el general Antonio López de Santa Anna, vencedor de la batalla de El Álamo, ofreció un tonelada de resina de caucho a un antiguo fotógrafo, Mr. Adams. Pretendió usarlo para fabricar neumáticos, pero fracasó. Hasta que un día vio a una niña masticar parafina. Adams mezcló resina con parafina y obtuvo como resultado un producto masticable con el que podían hacerse, además, globos. Eso sí, era insípido. Hubo que esperar a 1880 para que la menta se le incorporara como sabor.
• En 1848, sale la primera goma de mascar al mercado. Es llamada “State of Maine Pure Spruce Gum” por su inventor, John Curtis.
• En 1928 es creada la primera receta para el chicle accidentalmente, por Walter Diemar. Su color: Rosa Brillante.
• En 1941 se reparte la goma de mascar a los soldados estadounidenses junto con sus raciones. Estos esparcen su popularidad.
• En 1950 aparece la goma de mascar sin azúcar.
Fuente: CULTURIZANDO