La gente tiende a restarle importancia al asunto y enmascaran su gravedad con mitos que expertos como Raúl Morín, presidente de la Academia Mexicana para el estudio de la Obesidad, y Patricia Restrepo, médica nutrióloga, analizan con el fin de que las personas tengan una vida más sana.
1. La panza no es peligrosa
Los hombres tienden a decir que tener panza a partir de cierta edad es normal. Eso es falso. La grasa ubicada en esta zona del cuerpo ha sido asociada con la diabetes mellitus, la hipertensión, problemas cardiovasculares y con la disminución de la funcionalidad de órganos como el páncreas y el hígado. Si un hombre tiene más de 94 centímetros y una mujer más de 90 de circunferencia abdominal, deben tener cuidado. En estos momentos, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Situación Nutricional (Ensin 2010), el 62 por ciento de las mujeres y el 39,8 por ciento de los hombres tienen obesidad abdominal.
2. La bariátrica es la solución definitiva para bajar de peso
De acuerdo con Raúl Morín, esta cirugía forma parte de las opciones del tratamiento de la obesidad, pero dista mucho de ser la solución. Tiene indicaciones precisas para pacientes con obesidad mórbida y es la última opción que se debe usar, cuando los fármacos y un cambio de dieta y estilo de vida no han funcionado.
3. ‘Estoy pasado de kilos, pero una semana a pan y agua los desaparecen’
Raúl Morín explica que un paciente obeso o con sobrepeso debe perder kilos comiendo de manera adecuada, no sometiéndose a dietas restrictivas, peligrosas para la salud. «Si le tomó tiempo subir, le va tomar tiempo bajar. Esa es la realidad. Hay que cambiar el estilo de vida. La obesidad es una enfermedad crónica que es controlable, pero hay riesgos de producir piedras en la vesícula o trastornos cardíacos, por tratar de bajar rápido de peso».
4. Ahora venden pastillas milagrosas para bajar de peso
De acuerdo con Patricia Restrepo, «no existe ningún mecanismo que sin cambios en el estilo de vida resulte útil para perder peso. Yo me puedo tomar una pastilla, pero si como mucho no va a servir para nada. Las pastillas para controlar la obesidad bloquean el apetito y pueden tener otros efectos secundarios, la mayoría negativos, en el organismo».
5. ‘Los gorditos son bonachones y felices’
No siempre es cierto. Raúl Morín referencia un estudio hecho en el 2011 por la Universidad de Guadalajara, durante el cual un grupo de psiquiatras encontró que el 60 por ciento de las personas obesas tenían depresión. «En ocasiones se trata de una máscara que se ponen estas personas para contrarrestar la discriminación a las que muchas son sometidas. Se muestran con un aspecto condescendiente y sociable, pero detrás de eso puede haber depresión y ansiedad».
6. Todos los gordos están enfermos
Es otra falsa creencia en torno a la obesidad. Hay distintos grados de gordura que se miden según la cantidad de grasa que se tenga en el cuerpo. Cuanto mayor sea, mayor es el riesgo. «Una persona que pesa 150 kilos, pero son de músculo, puede no tener complicaciones metabólicas, mientras que otra puede tener bajo peso pero está llena de grasa en la zona intraabdominal, que es de las más dañinas», explica Patricia Restrepo.
Las enfermedades asociadas
«La obesidad -asegura Raúl Morín- es el principal factor de riesgo para desarrollar diabetes mellitus, porque va acompañada de un proceso inflamatorio que impide que el receptor de la insulina trabaje adecuadamante».
También ha sido asociada con la hipertensión arterial. «El exceso de grasa -explica Morín- produce colesterol malo, que oxidado es el inicio de la aterosclerosis. Cuando se complica puede causar un infartos, elevación de la presión arterial, coagulación dentro de los vasos o procesos embólicos».
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