El pasado ocho de agosto se produjo en Filipinas la destrucción furtiva de un ensayo de arroz dorado por parte de de agricultores activistas anti- transgénicos. Los daños se cifran en más de 22000 euros y la policía se encuentra investigando el caso para encontrar a los responsables de este acto ilícito que va en contra de los derechos de la propiedad y de la libertad. Este acto furtivo ha sido condenado públicamente por la comunidad científica mundial que ha lanzado una petición de apoyo en el rechazo a estos actos a través de Change.org.
Además de rechazar la destrucción furtiva de campos, la comunidad científica mundial condena el uso de rumores para desinformar a la sociedad e infundir miedo injustificado en la sociedad que lleva a actos como el ocurrido en Filipinas. “Muchas veces los medios de comunicación presentan a las nuevas tecnologías como peligrosas. Rechazar una nueva tecnología basada en temores sin justificación científica puede privar a la humanidad de un avance muy valioso y necesario”, reza el comunicado.
La ventaja del arroz dorado es su alto contenido en Vitamina A, característica que ayuda a combatir la fuerte carencia de esta vitamina en la dieta de países subdesarrollados. La falta de vitamina A en la población infantil tiene graves consecuencias. Se estima que cada año alrededor de 500000 niños en todo el mundo pierden la vista a causa de esta enfermedad. En todas las zonas en las que se da esta situación el arroz es un alimento básico.
Esta situación podría ser combatida si estas sociedades tuvieran acceso al arroz dorado, una variedad perteneciente a un proyecto público y que se encuentra ya en la fase previa a la comercialización. “Ningún grupo tiene derecho a condenar una tecnología sin justificaciones. Es un acto criminal e inmoral destruir un estudio llevado a cabo según las normas internacionales de seguridad”, reza el comunicado.
Los sistemas mundiales de regulación de cultivos transgénicos incluyen pruebas científicas exhaustivas en laboratorio y en campo para garantizar así su seguridad tanto para el medio ambiente como para el consumo. Éstas son las pruebas que el Instituto Internacional de Investigación del Arroz (IRRI) y el Departamento de Agricultura de Filipinas llevan realizado en desde hace años. Concretamente desde 2011 se llevan realizando pruebas de campo que finalizarán este año tras haberse demostrado su total seguridad.
Éste no es el primer acto vandálico anti-transgénico que se da en el mundo, por ello la comunidad científica internacional ha lanzado esta campaña para el rechazo de estos actos ilícitos que van en contra de los derechos de la propiedad y de la libertad. Podéis uniros al rechazo a través de Change.org.
Fuente: Fundación Antama