Según los especialistas, el orden adecuado parece ser vinagre – sal – aceite, y se relaciona con las propiedades de disolución de las sustancias, para conseguir un reparto homogéneo.
El vinagre es una disolución acuosa, y al echarlo en primer lugar se asegura su adecuada dispersión entre los vegetales, que son el componente primordial de las ensaladas.
La sal es soluble en agua, por eso si se echa a continuación del vinagre se disolverá en éste y quedará más repartida.
Finalmente, el aceite no es soluble ni en el agua ni en la sal (o más bien, la sal no es soluble en el aceite), por eso ha de echarse al final; no se disuelve, pero al agitar bien la mezcla se dispersará de forma óptima.
Por cierto, he visto que otros recomiendan echar primero la sal y luego el vinagre, pero a mí me parece que es mejor empezar por el vinagre, para que la sal encuentre más agua en que disolverse. Lo que sí que no recomiendo es empezar por el aceite, pues se dificultará la mezcla del vinagre y la sal.
Fuente: HABLANDO DE CIENCIA
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Orden para añadir aceite-vinagre-sal a las ensaladas | ¡Toca comer!