El pasado lunes, Coca-Cola España, la filial española de Coca-Cola que preside Marcos de Quinto, comunicó a sus 180 empleados la decisión de llevar a cabo un plan de ajuste que afectará en torno al 20% de su plantilla.
La fusión de las siete compañías embotelladoras del grupo de refrescos en España y Portugal (Coca-Cola Iberian Partners) ha empezado a manifestar cambios esperados, el primero de estos ha afectado a la figura del director general, Fernando Amenedo, que el pasado viernes informó a sus compañeros de su marcha de la compañía a lo largo de los próximos seis meses.
Otro de los efectos de integración afectará a Coca-Cola Gestión, la sociedad conjunta que Coca-Cola España y los siete embotelladores compartían al 50% antes de unirse en Coca-Cola Iberian Partners. Esta división, encargada de coordinar los servicios comerciales entre la matriz y sus fabricantes, se integrará en el gigante industria.
Todo este proceso fue explicado el pasado lunes a la plantilla de la multinacional, a la que se ha informado del plan iniciado para adecuar la dimensión de la filial española a la relación con la nueva compañía embotelladora presidido por Sol Daurella.