La leche entera de vaca es una bebida muy nutritiva, rica en calcio y vitaminas, que refresca e hidrata. Otros pensarán más bien en los retortijones y malestar estomacal que les puede causar un solo trago del líquido.
Quienes intentan perder peso, tal vez se asusten ante las calorías, grasa y carbohidratos que significa un vaso de leche.
Por suerte, para no perderse del sabor de la leche de vaca y sus beneficios, y a la vez evitar los problemas que a algunos les puede causar, hay alternativas que son también nutritivas y deliciosas, responden los nutricionistas.
Partamos de los distintos tipos de leche de vaca. Si esta leche normalmente le produce problemas estomacales, en lugar de decidirse por la leche entera, descremada o semidescremada, trate de buscar que el producto que muestre la leyenda “deslactosada” o «sin lactosa». Esta variedad de leche no contiene el azúcar llamada lactosa, que algunas personas encuentran difícil de digerir. Esta es un poco más dulce que la leche regular, pues al remover la lactosa se genera glucosa, explican los expertos en el sitio de la National Milk Producers Federation.
En cambio, si desea seguir tomando leche de vaca, pero busca una opción para disminuir su consumo de calorías, la leche descremada puede ser un buen sustituto. Esta variedad puede contener hasta un tercio menos de calorías que la leche entera.
Esta leche de vaca no solo ayuda a fortalecer los huesos, también ayuda a prevenir la diabetes, revela un estudio de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, hecho con la participación de 1744 costarricenses.
Y si no es de vaca? Otras de más fácil digestión son las leches de origen vegetal. Técnicamente, son bebidas de origen vegetal, y no leche. Sin embargo, el sabor y la sensación son similares a los de la leche de vaca, además de ser un poco más livianas.
Estas opciones incluyen la leche de soja –la más popular–, y otras menos conocidas como la leche de almendra y de arroz.
También son excelentes opciones para quienes siguen una dieta vegetariana o vegana, o si buscan perder peso.
Con este tipo de leche hay que tener especial cuidado en la cantidad de nutrientes que se está recibiendo. Según la American College of Cardiology , mientras la leche de soja tiene una cantidad similar de proteínas y calorías que la leche semidescremada, no está ni cercana a aportar la misma cantidad de calcio, a menos de que sea fortificada.
La leche de almendra sí es más alta en calcio y más baja en grasas que la leche de soja, pero contiene muy pocas proteínas.
Según el nutricionista neozelandés Dave Shaw, la leche de arroz, por otro lado, tiene casi las mismas calorías y más carbohidratos que la leche de vaca, pero cantidades mínimas de grasa, proteínas y calcio. Aunque actualmente no se consigue en el mercado, puede prepararse en casa con relativa facilidad. Sin embargo, deberá complementar la dieta y consumir más de otros alimentos.
Encontrar leches de otros animales puede resultar un poco más complicado, pues solamente la leche de cabra se consigue en algunos supermercados. Aunque son más altas en calorías y grasas, estas pueden contener más proteínas y hasta el doble de calcio que la de vaca. No obstante, la oferta sí va creciendo. Ya se han comenzado a colocar productos derivados de la leche de búfala y de oveja en algunos supermercados especializados y de productos importados.
Fuente: lecherialatina.com