Quizá no lo aprecias a simple vista pero esta caca de tiburón fosilizada alberga la historia de un drama. Sucedió hace 70 millones de años en algún lugar de lo que hoy es la costa del sur de California. Una cría de tiburón merodeaba por el lugar llevándose uno de sus primeros almuerzos a la boca, ricas torugas recién nacidas, pero una de ellas, de un tamaño de unos 10 centímetros, fue demasiada carga para su joven estómago y el tiburón murió… ¡de un atracón!
Esta pequeña historia ha sido presentada por el paleontólogo David Schwimmer durante la 73 reunión anual de la Sociedad de Paleontología de Vertebrados. El investigador ha mostrado los restos de este coprolito (heces fosilizadas) de un tamaño de unos 4 centímetros en el que los científicos han podido obtener alguna información muy valiosa. En su interior, por ejemplo, han encontrado numerosos huesecillos, de unos 3 milímetros, que proceden de una tortuga muy joven. «Es un caso en el que un tiburón recién nacido se comió una tortuga recién nacida y se murió«, resume Schwimmer.
Los datos indican también que la tortuga medía unos 10 cm pero que el tiburón no era mucho mayor. De hecho, esa similitud de tamaños pudo ser la causa de la muerte. «Es posible que la tortuga tuviera un caparazón demasiado grande», asegura Schwimmer a LiveScience, por lo que el tiburón «pudo morir por un atracón de tortuga».
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