El mensaje de los expertos es claro y directo: los suplementos vitamínicos no previenen ni las enfermedades crónicas ni la muerte; su uso no está justificado, y «por ello, no deben consumirse». Estas son las conclusiones que varios investigadores en salud del Estados Unidos explicaron ayer lunes en un editorial en el Annals of Internal Medicine.
Los expertos argumentaron también que estos suplementos dietéticos «no tienen ningún efecto beneficioso ni para el corazón ni para la mente» e, incluso, fueron un poco más allá: «Según varios estudios, algunos de los componentes de los suplementos con vitamina E, beta-caroteno -o pro-vitamina A-, y con altas dosis de vitamina A pueden aumentar los riesgos de morir. La evidencia es insuficiente para recomendar su uso frecuente».
En el primer estudio, cuya autora principal es Grodstein, los investigadores quisieron ver si los suplementos multivitáminicos ayudaban a la función cognitiva -a pensar mejor y de forma más clara-. Reclutaron a más de 5.000 personas de 65 años o mayores y mientras unos tomaban el compuesto, a otros les fue administrado un placebo. Los investigadores, tras 12 meses de estudio, no encontraron ninguna diferencia entre ambos grupos.
En la otra investigación, liderada por Lamas, los expertos estudiaron a más de 1.500 personas de más de 50 años que habían sufrido un infarto seis semanas antes de participar en la investigación. Al igual que en el procedimiento anterior, algunos sujetos ingirieron multivitaminas mientras a otros se les suministró placebo. Tampoco hubo mejoría en este estudio.
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