En el Día Mundial del Agua merece la pena acordarse de esos 768 millones de personas que no tienen acceso a una fuente de agua potable mejorada, es decir, que siguen bebiendo agua de pozos, fuentes, ríos o estanques que no garantizan su salubridad. No cuentan con conexión a una red de distribución o acceso a un sistema público de abastecimiento.
Tampoco está de más acordar que el agua embotellada tiene más polonio que la del grifo. Y que responde a un modelo insostenible de consumo de materias primas (para la fabricación del envase, su transporte, etc.) y generación de residuos de plástico. Hasta el extremo que en algunas partes civilizadas del mundo se prohíben las botellas de agua de plástico.
O las polémicas sobre la [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE].
Por todo esto, si son de los privilegiados que pueden hacerlo, beban agua del grifo.
Fuente: ambientologosfera