Entrevista a Javier Alfonso (Valencia, 1969), periodista de El Economista, que sigue la actualidad de Mercadona desde 1992.
Roig, ¿héroe o villano?
Héroe, sobre todo comparado con gran parte del empresariado español. Es un referente por haber creado empleo durante la crisis, junto con sus interproveedores, hasta el punto de que está atrayendo inversión extranjera a España con empresas que se instalan aquí para suministrar productos a Mercadona.
Roig presume del bajo absentismo laboral en Mercadona. Sin embargo, muchos trabajadores se quejan del régimen casi militar bajo el que se trabaja.
Dedico un capítulo a los trabajadores. Disfrutan de un muy buen convenio, de las mejores condiciones laborales del sector. Sin embargo, la empresa ha despedido a más de 5.000 empleados en dos años. Sencillamente, Roig exige mucho, y mucha gente no aguanta ese ritmo. Una trabajadora me dijo: “Mercadona paga muy bien, pero no regala nada. Te lo ganas”. Creo que esa frase resume muy bien las cosas.
¿Hay libertad sindical en Mercadona?
El sindicato mayoritario es UGT y tiene buena sintonía con la dirección. Y ha conseguido muy buen convenio, pero no he profundizado en este asunto y, supongo, entre 74.000 trabajadores habrá opiniones para todos los gustos.
¿Aprieta mucho Mercadona a sus proveedores gracias a su enorme poder de negociación?
En la distribución siempre ha habido competencia entre fabricantes y distribuidores. Los grandes fabricantes (Nestlé, Danone o Coca-Cola) imponían sus condiciones a los distribuidores mientras que la gran distribución hacía lo contrario con los pequeños proveedores. Esto siempre ha sido así.
Lo que es original aquí es que Roig establece acuerdo con proveedores [los interproveedores, fabricantes que trabajan codo con codo con Mercadona] con los que trabaja para abaratar costes y estrechando márgenes de beneficio. Aunque se vende por menos dinero, se aumenta el volumen. Y esto está funcionando. Mercadona ya tiene más de 100 interproveedores. Algunos han abandonado a Roig para intentar ganar más dinero, pero otros prefieren seguir trabajando por un beneficio por unidad menor pero seguro y creciente.
En ocasiones, las apelaciones al trabajo duro de Roig han podido sonar a regañina paternalista.
Si. Roig ha decidido bajar el tono después de varios años aconsejando a la sociedad española, hablando de que se trabaja poco o de que el absentismo laboral es muy alto. Esto ha sentado mal, porque con 6 millones de parados hay mucha gente que no puede trabajar. El presidente de Mercadona ya no habla de la coyuntura general, sino sólo responde, sobre todo en la presentación anual de resultados, de su empresa.
“En España hay 7.000 bazares chinos; cada vez hay más porque hacen la cultura del esfuerzo que nosotros no hacemos”. ¿Le hizo daño esa frase a Roig?
Yo creo que sí. El quería destacar la entrega de los chinos pero olvidó que las condiciones laborales de los bazares chinos no las quieren los españoles.
¿Hay peligro de oligopolio en la distribución en España?
Puede que sí. Antes era el líder era El Corte Inglés, ahora Mercadona, pero sigue habiendo competencia y sinergias curiosas. Por ejemplo, muchos mercados municipales han pedido a sus ayuntamientos que Mercadona se instale junto a ellos para llegar a más clientes. Las tiendas pequeñas proliferan junto a sus supermercados. El propio Roig dice que para sobrevivir o crecer no hay que ser el más grande, sino el más ágil.
Roig aparece en los papeles de Bárcenas, aunque él niega cualquier donación al PP. ¿Su éxito se debe, aún parcialmente, a favores políticos?
Yo creo que no, aunque es verdad que la distribución, como todos los sectores económicos, intenta influir sobre las leyes a través de sus grupos de presión. Por ejemplo, Roig está en lobbies como la asociación de fabricantes y distribuidores (Aecoc) o el Instituto de Empresa Familiar.
Roig se autodefinió como el “hijo del porquero”. ¿Es de origen humilde?
No, su familia, sin ser rica, era acomodada. Su padre era empresario y él tiene estudios universitarios, se licenció en Ciencias Económicas. Es verdad que Mercadona es creada por su familia, pero él abandona la empresa y luego la recompra para convertirla en lo que es ahora.
Fuente: eldiario.es