Esta decisión de Kellogg tuvo lugar en el marco de la negociación para llegar a un acuerdo con el propósito de resolver una demanda colectiva contra la compañía que fue presentada en 2011.
El acuerdo que tendrá que ser aprobado por los tribunales también incluye un pago de cinco millones de dólares por parte de Kellogg.
Kashi fue objeto de una demanda colectiva por engañar a los consumidores al declarar en las etiquetas de algunos de sus productos que eran 100% naturales a pesar de que contenían diversos ingredientes sintéticos y artificiales como ácido ascórbico, clorhidrato de piridoxina, fosfato de sodio, glicerina y pantotenato de calcio