Coca Cola y Pepsi están cada vez adaptando más sus productos a la demanda actual de los consumidores, luego de la apuesta por la reducción de calorías con el uso de stevia, los dos gigantes han decidido promover la venta de productos más pequeños (latas y botellas) para ofrecer una bebida que el consumidor compre con menor sentimiento de culpa.
El objetivo es compensar el menor consumo con envases que cuestan más por unidad de volumen y atraen por lo novedoso y por la porción reducida.Esto significa que las minilatas y las minibotellas de vidrio y aluminio están ocupando más espacio en las estanterías de los supermercados de algunos países.
La promoción de la gama de envases menores indica un cambio con respecto a las últimas décadas, cuando los fabricantes de bebidas sin alcohol medían el éxito en base al volumen de bebida vendido.
Los refrescos alcanzaron su pico de consumo en 1998, cuando los estadounidenses bebían el equivalente de 576 latas al año, según Beverage Digest. La cifra se redujo a 450 latas al año en 2013.
En lugar de librar una batalla que parece perdida, Coca Cola y Pepsi están promocionando latas y botellas más pequeñas que dan un aire de novedad a sus productos al competir con la proliferación de bebidas sin alcohol.