Un caso práctico con el que podrán comprobar que no es nada fácil conocer realmente las características de algunos productos alimenticios. Y también servirá para ver lo complicado que es a veces el marketing alimentario, contribuyendo bastante a esta confusión.
Dos frascos de tomate frito de la misma marca pero diferentes. En la siguiente fotografía pueden observar ambos:
El de la izquierda se autodenomina «Estilo Casero» y el de la derecha «Receta Artesana». Con lo de «casero» está bastante claro lo que se pretende transmitir, que se ha fabricado de forma similar a la de casa. Lo de «artesano» ya es menos obvio, aunque suponiendo que algo se suele considerar artesano cuando está hecho a mano o por una persona, se podría pensar que guarda cierta relación con el «casero» anterior. Supongo que los expertos en imagen y marketing de Eroski habrán hecho los correspondientes estudios y habrán elegido estos nombres por razones concretas y para dirigirse a nichos específicos de clientes, pero lo cierto es que ambos sugieren prácticamente lo mismo.
¿Y en qué se diferencian? El casero está fabricado con tomate y tomate concentrado, cebolla, aceite de oliva, azúcar, almidón modificado de maíz, sal y ácido cítrico. El artesano presenta ingredientes similares, aunque a su favor se observan varios puntos: no contiene tomate concentrado, añade más aceite de oliva, no tiene almidón añadido e incluye ajo. Vamos, que podría parecer que el artesano es más «natural» o menos procesado. Resulta que el artesano aporta casi el doble de calorías (algo esperable, ya que tiene más aceite), más del doble de grasas saturadas (por lo mismo), más del triple de azúcares (esto es un poco sorprendente) y el 50% más de sal (también).
Unas diferencias bastante notables, ¿no cree? Supongo que algún tecnólogo de alimentos podría explicarnos las razones por las que el artesano tiene mucha más cantidad de azúcar y sal, a mí se me escapa. De cualquier forma, creo que va quedando bastante claro que calificativos como «casero», «artesano» y similares tienen poco que ver con los posibles ingredientes que pueda tener un alimento.
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