Según la operación, que se prevé que esté cerrada antes de finales de este año o a comienzos de 2015, Coca-Cola transferirá la propiedad de su negocio mundial de bebidas energéticas, que incluye marcas como NOS, Full Throttle, Burn, Mother o Relentless, a Monster.
Por su parte, Monster traspasará su negocio de bebidas no energéticas a Coca-Cola, que comprende marcas como Hansen’s Natural Sodas, Peace Tea, Hubert’s Lemonade y Hansen’s Juice Products.
Además, Coca-Cola se convertirá en el socio distribuidor preferido de Monster a nivel mundial, mientras que Monster será el socio exclusivo de Coca-Cola en el sector de bebidas energéticas.
Así, Kent destacó que la inversión del gigante de bebidas refrescantes en Monster “es una forma de eficiencia de capital para reforzar la participación en la atractiva categoría global de rápido crecimiento de bebidas energéticas”.