Un nuevo material de embalaje que se cultiva y crece por sí mismo en las formas deseadas, está comenzando a ser utilizado en en Estados Unidos.
Estos novedosos envases para embalaje están elaborados a partir de residuos agrícolas no comestibles y raíces de hongos. El material se denomina «mycobond», y su fabricación consume solo un octavo de la energía y una emisión de la décima parte del dióxido de carbono del proceso de elaboración del material de espuma usado típicamente para proteger de golpes el contenido de paquetes.
Y, a diferencia de la mayoría de los sustitutos de la espuma, cuando ya no sirve, se convierte en un abono orgánico muy útil en el jardán.
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