John Allan Hobson, profesor emérito de psiquiatría de la Harvard Medical School, afirma: “los sueños siempre son inverosímiles”, y cuando cenamos mucho o alimentos indigestos, en principio son igual de raros (por llamarlos así). Pero si nuestro estómago tiene una actividad mayor de la habitual, es probable que nos despierte muy brevemente, o aligere nuestro sueño varias veces durante la noche. En cada uno de esos momentos, retenemos algo de lo que estábamos soñando.
Así que cuando nos levantamos el cerebro ha juntado todos esos pequeños recuerdos o sensaciones y creemos que hemos soñado más, y además, cosas más inconexas de lo habitual.
Fuente: Quo.es
http://www.quo.es/ciencia/consultas/por_que_las_cenas_pesadas_nos_hacen_sonar_cosas_raras