Una de las tropocientasmil ONG que se dedican a promover la anticiencia, sembrando el terror acerca de los transgénicos sacó una declaración [PDF] diciendo que el trigo transgénico era potencialmente peligroso.
Ahora, los verdaderos científicos corrigen la desinformación que estos tipos se pusieron a esparcir alegre e irresponsablemente:
Expertos en tecnología genética han derribado las denuncias de que el trigo genéticamente modificado (GM) puede producir una cepa de daño hepático que ponga en peligro especialmente la vida de los niños pequeños.
La Safe Food Foundation (SFF) afirmó que el trigo transgénico podría causar enfermedad por almacenamiento de glucógeno IV, lo que resulta en un agrandamiento del hígado, cirrosis del hígado y retraso en el desarrollo, pero el CSIRO dijo que ninguna de esas afirmaciones han sido publicadadas en una revista revisada por pares.
Sin embargo, el CSIRO dijo que los reclamos serían considerados «en el contexto de toda la investigación pertinente en este ámbito».
El decano de la Escuela de Tierras y Medio Ambiente de la Universidad de Melbourne, el profesor Rick Roush, dijo que las afirmaciones fueron hechas por tres activistas anti-transgénicos que han «omitido deliberadamente la evaluación científica independiente hecha sobre sus afirmaciones».
«En su lugar, se ha puesto en marcha de manera que se convierta en otra historia de miedo que suena científica en el ciberespacio, un camino bien conocido por la llamada ‘ciencia’ antitransgénica por el comunicado de prensa», dijo.
La experta en tecnología genética agrícola Paula Fitzgerald dijo que la declaración de la SFF a los medios de comunicación fue una «desgracia».
«Sugerir que la investigación del CSIRO, o cualquier otra investigación de transgénicos es mortal, es totalmente irresponsable, sobre todo cuando después de 15 años de cultivos transgénicos, no hay absolutamente ninguna evidencia en ninguna parte del mundo para sugerir que han causado algún daño», dijo.
«Además de tales afirmaciones, diseñadas sólo para acaparar titulares histéricos, demuestran una completa falta de comprensión del sistema normativo que sustenta la investigación científica y, específicamente, los cultivos transgénicos».
El director de la SFF, Scott Kinnear, acogió la declaración de la CSIRO, como una respuesta equilibrada a las inquietudes planteadas por la SFF.
Hizo un llamado al CSIRO a liberar inmediatamente a todos los detalles de sus pruebas de seguridad en el trigo transgénico para una urgente revisión científica independiente y que suelte inmediatamente las secuencias de ADN precisas involucradas para que científicos independientes puedan aplicar también un control urgente.
Fuente: DE AVANZADA