Un equipo de paleoantropólogos españoles cree haber encontrado el caso de anemia más antiguo que se conoce. Lo sufrió un niño de unos 2 años que vivió en la garganta de Olduvai, en Tanzania (África) hace 1,5 millones de años. Por aquella época, esta zona la ocupaban algunos de los primeros “ancestros humanos” que se conocen, por eso la llaman la cuna de la humanidad. La enfermedad de aquel bebé podría demostrar ahora que aquellos homínidos de África no eran vulgares carroñeros como se pensaba, sino avezados cazadores que se humanizaron precisamente gracias al consumo de carne.
“Sé que esto puede horrorizar a los vegetarianos pero sin carne no habría posibilidad de tener un cerebro tan grande como el que tenemos”, resume Manuel Domínguez-Rodrigo, arqueólogo de la Universidad Complutense de Madrid y codirector de las excavaciones en Olduvai. “Comer carne nos hizo humanos”, resume.
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