Existen varios colectivos que son especialmente susceptibles de convertirse en el objetivo de los productos milagro y la charlatanería pseudocientífica. Entre todos ellos hay uno al que considero que no se le suele prestar la atención que se merece. Me refiero al de los machacas de gimnasio, a esos forzudos hipermusculados o si lo prefieres y por abreviar, a los que yo catalogo como Homo croassanis. Creo que ya sabes a qué perfil de usuario me refiero.
Para ellos hay productos hiperproteicos que les aseguranuna hiperplasia y/o hipertrofia muscular superlativa,compuestos vitamínico-minerales que prometenrecuperaciones meteóricas y cientos de sustancias que invitan a creer en la posibilidad de maratonianas sesiones de entrenamiento y lo que ello supone en el avance de su rendimiento y resultados.
Pero lo que no conocía hasta el momento era que lejos de la existencia productos, suplementos y demás, hubiera ciertas “tecnologías” más o menos mágicas que alegaran una mejora de muchos, por no decir todos, de los aspectos antes mencionados. Y de bastantes más.
Atónito es la palabra que describe cómo me quedé el otro día cuando recibí en el correo electrónicola publicidad de una batidora portátil expresamente diseñada para este colectivo. Algo original llegué a pensar así, a botepronto, ya que a fin de cuentas gran parte de la liturgia que rodea el consumo de tanto suplemento y batido radica en tener que incorporarlos en un momento determinado y no en otro; y que su preparación (reconstitución) no esté muy alejada de su ingesta. De otro modo, si se espera demasiado los batidos y suplementos pierden sus amorcillantes y supuestos beneficios (todo un drama, habida cuenta del pastón que suelen costar).
Pero me equivoqué. La verdadera originalidad de este producto no estaba en que pudiera ser portátil sino, pásmate, en los cambios moleculares que al parecer propicia su uso. Su explicación no es esotérica (ten en cuenta que estamos en un entorno supertecnificado) sino “científica”. Al loro:
Twister Vitalenergyzer permite generar grupos de 6 moléculas de agua (agua hexagonal) que facilitan que puedan penetrar en las células más fácilmente, aumentando la absorción de los suplementos alimenticios significativamente.
¿Agua hexagonal?… ¿perdón?… creo que me debí saltar el día que explicaron en clase este tipo de “configuración” del agua. Pero no pasa nada. Para ponernos al día tenemos modernos libros de texto, el superpoderoso y clarificador Internet y también a compañeros de profesión que pueden en un momento determinado echarle una mano a uno.
Dejando de lado a los compañeros de profesión y dejando que se recuperen del ataque de risa que les produjo aquellos a los que se lo comenté (llevan dos días incapaces de articular palabra mientras dan vueltas por el suelo, agarrándose la tripa entre carcajadas); decidí consultar algunos textos actualizados sobre la materia y… nada de nada, el “agua hexagonal” y sus magníficas propiedades no aparecían por ningún lado.
Si quieres saber qué hay de cierto en esto del “agua hexagonal” te sugiero que te quedes con la entrada de la Wikipedia al respecto de este término que dice textualmente:
El “agua hexagonal” es un término usado en diversas estafas publicitarias [1] [2], que afirma la posibilidad de que el agua puede adoptar una determinada configuración y que esta es mejor para la salud [3]. El término “agua hexagonal” se refiere a un grupo de moléculas de agua que adoptando una estructura hexagonal pueden supuestamente mejora la absorción de nutrientes, eliminar los desechos metabólicos y mejorar la comunicación celular, entre otras cosas [4]. […] es un fraude, una estafa que se aprovecha del conocimiento limitado de los consumidores en materias como la química, la física y la fisiología.
Fuente: 20minutos.es (El nutricionista de la general)
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