Tinto, de Rioja o Ribera; blanco, de Rías Baixas o Penedès: Falso
Una de las creencias que aún hoy permanecen extendidas (aunque, por fortuna, cada vez menos) es que para ser bueno, un blanco tiene que ser del Penedés o de las Rías Baixas, un rosado de Navarra, y un tinto de Rioja o de Ribera… Sin embargo, actualmente, encontramos vinos blancos, rosados y tintos, todos de calidad, en cualquier zona vitícola. La calidad de un vino no depende únicamente de una zona, sino de un modo de cultivo, de un elaborador y de un marco de plantación, entre otros determinantes. Por eso, la clave está en ser aconsejados por profesionales y en tener curiosidad de probar caldos de cualquier región, aunque no atiendan a los tópicos.
El tinto, a temperatura ambiente: Falso
Que un vino tinto se debe servir a temperatura ambiente es también un error. Antiguamente, los sistemas de calefacción doméstica eran más primitivos, por eso los vinos se bebían a temperatura ambiente, porque ésta era más baja que la de los hogares modernos. Realmente, la temperatura ideal para beber un tinto oscila entre los 16º y 18º.
El queso y el jamón, siempre con vino tinto: Falso
La gran variedad de quesos existentes hace que no siempre el tinto sea el más apropiado. En su día ya te contamos los mejores maridajes en este terreno. En cuanto al jamón, tampoco es cierto que su mejor ‘acompañante’ sea siempre un tinto. De hecho, los expertos apuntan hacia los finos y manzanillas como la ‘pareja de baile’ perfecta.
El vino blanco produce dolor de cabeza: Falso
Esto podría tener algo de cierto hace tiempo cuando, para preservar de la oxidación los vinos elaborados con las variedades blancas se les añadía muchos sulfitos, un componente químico que provocaba los dolores de cabeza. Hoy, la enología ha progresado y los viticultores conocen las dosis correctas de sulfitos que necesitan y no suelen añadir más de los que resultan convenientes.
El truco de la cucharita ‘conserva-burbujas’: Falso
Respecto a la conservación, el truco de la cucharilla es otro falso mito que practica mucha gente para conservar las propiedades de los espumosos. Para mantener las burbujas hay que utilizar un tapón adecuado y para ello existen los llamados Gard Bulles, tapones que permiten conservar las burbujas.
Fuente: Informe21.com