Las medidas alternativas a la prisión presentan porcentajes significativamente menores de reincidencia (27,7%), en comparación con las penas de encierro, que muestran una tasa de 50,5%.
Esta es la principal conclusión del estudio La Reincidencia en el Sistema Penitenciario Chileno, dada a conocer por la directora Ejecutiva de Fundación Paz Ciudadana, Javiera Blanco, en el marco del Consejo Consultivo de la institución, correspondiente al año 2011.
La investigación -realizada por Fundación Paz Ciudadana y la Universidad Adolfo Ibáñez- se basó en el seguimiento por 36 meses a 16 911 condenados egresados de la cárcel durante el año 2007 y a 23 736 condenados a alguna medida alternativa (remisión condicional de la pena, libertad vigilada y reclusión nocturna), durante el mismo año. Para el desarrollo del estudio se utilizaron las bases de datos de Gendarmería de Chile y del Ministerio Público.
En el sistema abierto, sólo el 27,7% de los sujetos (6 586 personas) que inició una medida alternativa durante el año 2007, ingresó posteriormente al sistema abierto o al sistema cerrado en calidad de condenado. De ese total de reincidentes bajo medida alternativa, el 47% (3 107 personas) reincidió al finalizar el primer año de seguimiento, mientras que el 82% (5 417 personas) lo hizo al segundo año.
La Libertad Vigilada presenta el menor porcentaje de reincidencia (19,5%). Por el contrario, la Reclusión Nocturna exhibe la mayor tasa (43,7%). Cuatro de cada 10 sujetos que iniciaron alguna medida alternativa durante el 2007 presenta un nuevo contacto con el sistema penal (formalización o requerimiento solicitado por el Ministerio Público).
En el sistema cerrado (condenados egresados de la cárcel durante el año 2007), el 50,5% de los egresados (8 537 personas) durante el año 2007 ingresó posteriormente a la cárcel en calidad de condenado (por una nueva condena). El 61% de éstos (5 244 personas) reincidió el primer año, mientras que el 86% (7 338 personas) fue el segundo año.
Las condenas inferiores a un año presentan mayores porcentajes de reincidencia. Lo anterior, de acuerdo al documento podría ser indiciario del efecto desocializador y del alto contagio criminógeno de las penas de corta duración.
Los delitos contra la propiedad (hurtos (67,8%) y robos no violentos (61,3%)) y contra la libertad e intimidad (amenazas, 53,5%) son los que presentan las mayores tasas de reincidencia, mientras que los delitos sexuales, de la ley de tránsito y los homicidios observan los menores porcentajes de reincidencia.
Un 71,2% de los egresados durante el año 2007 registra un nuevo contacto con el sistema penal (formalizaciones o requerimientos solicitados por el Ministerio Público).
Hay que considerar que la tasa de reincidencia no es una medida estandarizada que permita una comparación fácil entre estudios o países. Las cifras dependen de la muestra estudiada, del tiempo de seguimiento, el tipo de reincidencia analizada, entre otras variables.
Respecto a la reincidencia judicial (supone contacto con el sistema de justicia penal que no necesariamente termina en condena), en el Reino Unido la tasa es de 58,2% en dos años. Por su parte, en relación a la reincidencia penitenciaria (nueva condena), Estados Unidos presenta el 43,3% en tres años y en Australia es de 38% en dos años.
Fuente: Agencia UPI
En el 2007 se produjo la reforma del Código Penal que permitió el ingreso en prisión de todos aquellos conductores que atentaran contra la Seguridad Vial de forma grave. Sin embargo, a finales de este año, el Gobierno dará marcha atrás y priorizará la decomisión del vehículo sobre la prisión que según en propias palabras del fiscal coordinador de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, es “lo último que el fiscal desea siempre”.
Así, con la nueva legislación, se podrá buscar una vía alternativa a la prisión, combinando la confiscación del vehículo con penas de trabajos, multas o la privación del derecho a conducir. Tres han sido los casos presentados en los que parece más fácil aplicar este cambio en el Código Penal: conducción con exceso de velocidad, bajo los efectos del alcohol o sin permiso.
Bartolomé Vargas explicaba que “el porcentaje de reincidencia es tan grande que pensamos también en abordarlo con la respuesta del decomiso. Si a la tercera o cuarta vez se lo condena por conducir embriagado, comiso. A la quinta, comiso”. De esta forma, con la venta de los vehículos se podrán pagar indemnizaciones, programas de reinserción y concienciación.
Información completa en: CIRCULA SEGURO
William Kimbrel Bradley, estudiante de 25 años, es posiblemente uno de los ladrones más tontos que ha dado el oficio del crimen
Estaba cumpliendo una condena por robo en la prisión de Kalamazoo (Michigan, EE.UU.) cuando llegó al centro una partida de ordenadores y pensó hacerse con uno de ellos. Tomó la caja y la escondió detrás de unos contenedores de basura, para recogerla posteriormente.
Sin embargo olvidó un pequeño detalle: Que la cárcel tiene cámaras de seguridad, así que a los vigilantes les fue fácil descubrir quién había robado el ordenador desaparecido.
No hubo necesidad de arrestarlo, pues ya estaba preso, pero tuvo un nuevo juicio y el juez dijo que era el crimen más tonto que había juzgado en su vida.
Luego dijo a Kimbrel:
– Tienes que entender esto de robar. Tu vida criminal no está funcionando.
Y el reo respondió:
– No soy el mejor criminal.
Kimbrel, quien está estudiando Química y Psicología en la Universidad del Oeste de Michigan, fue sentenciado a 180 días de prisión y a pagar una indemnización.
Fuente: mlive.com