Hoy en día, los teléfonos inteligentes son fundamentales para la vida de los estudiantes universitarios, los mantiene constantemente en contacto con amigos, familia e internet. Los teléfonos celulares de los estudiantes rara vez están fuera de su alcance, ya se trate de aula de clases de la universidad, biblioteca, centro recreativo, cafetería o habitación de la residencia. Dado que el uso de teléfonos móviles continúa aumentando, vale la pena considerar si el uso del dispositivo está relacionada con resultados medibles importantes para el éxito del estudiante, como el rendimiento académico, la ansiedad y la felicidad.
Los investigadores de la Universidad Estatal de Kent Andrew Lepp, Ph.D., Jacob Barkley, Ph.D., y Aryn Karpinski, Ph.D., todos miembros de la universidad Education, Health and Human Services, encuestó a más de 500 estudiantes universitarios. El uso del teléfono móvil se registró diariamente junto con una medida clínica de la ansiedad y el nivel de satisfacción con su propia vida de cada estudiante, o en otras palabras la felicidad. Por último, todos los participantes permitieron a los investigadores acceder a sus registros oficiales universitarios con el fin de recuperar su calificación en la universidad (GPA). Todos los estudiantes encuestados eran estudiantes de pregrado y se distribuyeron por igual por clase. Además, estuvieron representadas 82 carreras diferentes.
Los resultados del análisis mostraron que el uso de teléfonos móviles se relacionó negativamente con el GPA y positivamente en relación con la ansiedad. Después de esto, GPA se relacionó positivamente con la felicidad mientras que la ansiedad se relacionó negativamente con la felicidad. Por lo tanto, para la población estudiada, de alta frecuencia de usuarios de teléfonos móviles tienden a tener menor GPA, mayor ansiedad, y una menor satisfacción con la vida (felicidad) en relación con sus pares que usaron el teléfono celular con menos frecuencia. El modelo estadístico que ilustra estas relaciones fue altamente significativo.
A principios de este año, un equipo dirigido por Lepp y Barkley también identificó una relación negativa entre el uso del teléfono y la capacidad cardiorrespiratoria. En su conjunto, estos resultados sugieren que los estudiantes deben ser alentados a supervisar su uso del teléfono móvil y reflexionar sobre ello críticamente de manera que no sea perjudicial para su rendimiento académico, la salud mental y física, y en general el bienestar o la felicidad.
Fuente: Andrew Lepp, Jacob E. Barkley, Aryn C. Karpinski. The relationship between cell phone use, academic performance, anxiety, and Satisfaction with Life in college students. Computers in Human Behavior, 2014; 31: 343 DOI: 10.1016/j.chb.2013.10.049
Este dispositivo llamado iTap Charger es un simple cargador: se enchufa en la pared y con el conector USB incorporado permite cargar cualquier gadget normalmente – eso sí, girando antes el grifo –que se ilumina– para encenderlo.
Lo venden en un montón de tiendas chinas de Internet, también en comercios físicos de chismes de estos: basta buscar por iTap Charger. Su precio son unos 20 o 30 euros. Hay que asegurarse que sea el modelo con el enchufe adecuado porque hay versiones con distinto tipo de clavijas, según países.
Fuente: microsiervos
La creencia popular, hace propensos a los informáticos a ser requeridos o incluso obligados a dedicarnos a tareas o recibir ciertas atribuciones que en más de una oportunidad, nos hacen plantearnos serias dudas sobre el CI de la especie humana.
En el sitio Mendolotudo, describen situaciones reales que suelen sucederle a los informáticos:
Un teléfono móvil te dura como media un par de años hasta que supuestamente se vuelve obsoleto, lento o se rompe. Aunque normalmente es solo una parte del teléfono la que está dañada, es prácticamente imposible repararlo a un precio asequible o actualizarlo como hacemos con un ordenador, y por tanto tiramos el teléfono completo, contribuyendo a una creciente basura electrónica en el mundo.
Una alternativa que apareció en septiembre es Phonebloks, cuyo creador Dave Kakkens popularizó la idea en la red al tratarse de un teléfono móvil con piezas modulares de quita y pon. Si un bloque “blok” se rompía o quedaba obsoleto, se podría sustituir con otro sin que afectara el rendimiento del teléfono. O también, por ejemplo, si somos aficionados a la fotografía, podríamos instalar una mejor cámara.
Tras una semanas se anunciaba que Motorola, ahora propiedad de Google, llevaba trabajando en una idea similar para crear un móvil modular en un proyecto llamado “Project Ara” y por tanto han unido fuerzas para que crear un teléfono móvil de código abierto y diseñado para durar. La filosofía es que cualquier desarrollador o empresa pueda diseñar nuevos bloques y el usuario pueda personalizar el teléfono según sus necesidades e intereses profesionales y personales.
Fuente: TotemGuard
«Estás usando el móvil mientras caminas y es peligroso. Por favor, para»
Algo así es lo que se supone que pone en la pantalla del móvil de la imagen de arriba en el que un peatón está a punto de morir arrollado por un tren por ir leyendo la pantalla del teléfono, riesgo del que precisamente está siendo advertido desde su teléfono — una forma estúpida de morir tan respetable como cualquier otra forma estúpida de morir.
Mostrar esa advertencia es lo que hace la compañía japonesa Docomo. La operadora móvil ha habilitado un servicio voluntario y gratuito por el que el teléfono alerta al usuario si lo utiliza a la vez que está caminando. El mensaje de aviso permanece en pantalla imposibilitando el uso del teléfono; para quitarlo hay que detenerse y estar un rato parado. Como para una urgencia.
Desde Google puedes traducir la nota de prensa original en japonés por si tampoco das crédito del nivel de lerdez al que estamos llegando.
Fuente: microsiervos
No hace mucho se descubrió que Sony había patentado una “peluca inteligente”, que podríamos conectar a dispositivos electrónicos e incluso controlarla con las patillas. Todo apunta a que no es la única compañía que está planteando las posibilidades de conectar todo lo que llevamos encima.
Microsoft ha investigado, la posibilidad de implementar sensores y chips en un sujetador. Sin embargo, antes de pensar en las posibilidades para conectarlo a un smartphone, hay que dejar claro que todo forma parte de un estudio que busca detectar el estrés y otras situaciones agobiantes para la mujer portadora.
El prototipo probado contaba con varios sensores que se encargan de registrar datos como el pulso y la actividad en la piel para ver si era posible detectar los cambios de ánimo, y como estos influían a la hora de comer. Además, también incluía un acelerómetro y un giroscopio. De esta manera los investigadores esperaban que los datos, enviados a una aplicación de smartphone, ayudasen a la portadora a evitar comer demasiado en situaciones de agobio.
Fuente: omicrono