Los nanotubos de carbono son cancerígenos y el mecanismo por el cual causan cáncer parecería ser el mismo que en el caso del amianto, según un artículo publicado en Current Biology por autores del Medical Research Council (MRC) del Reino Unido.
Los nanotubos de carbono (CNTs) son un material maravilloso muy anunciado, más fuerte que el acero y un conductor eléctrico superior debido a su naturaleza bidimensional enrollada. Sin embargo, la naturaleza cancerígena de las fibras largas de CNT indica cautela en cómo se usan, concluyen los investigadores.
Se están desplegando y experimentando en múltiples áreas de la nanoelectrónica. Sin embargo, los CNT deben manejarse con cuidado. Su naturaleza nanoscópica los hace difíciles de controlar y dificulta asimismo la protección de los agentes de producción. Las mismas lecciones probablemente deberían trasladarse al uso de muchos de los denominados materiales biopersistentes en la escala de nanómetros.
Uno de los grandes problemas con el asbesto en el pasado, y con los CNTs ahora, es que su naturaleza inducida por el cáncer es un efecto a largo plazo. Una vez que se toman en las fibras son difíciles de purgar y permanecen inadvertidas en los pulmones. Es el efecto inflamatorio a largo plazo de las fibras largas atraídas a los pulmones lo que abre las vías químicas y bioquímicas al cáncer, aunque los mecanismos moleculares que subyacen al mesotelioma de latencia larga aún no se conocen.
La investigación del MRC muestra que las fibras largas biopersistentes inducen la enfermedad pleural, incluyendo el mesotelioma, en la misma vía que el asbesto. Los investigadores afirman:»Dado que la creciente fabricación de fibras largas de CNT aumenta el potencial de exposición humana, nuestros hallazgos refuerzan la necesidad de precaución al usar estos agentes si se quiere evitar el daño a largo plazo».
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