Me entero por Barrapunto de esta noticia, que me parece de chiste. Resumiendo, se nombra a Steve Jobs candidato al Premio Príncipe de Asturias de la investigación científica y técnológica. Dado que estos premios suelen ser considerados la «antesala de los Nobel» y que este galardón ha sido otorgado a científicos tan prestigiosos como Luis A. Santaló, Tim Berners-Lee ó Manuel Elkin Patarroyo, a los que no enlazo en la Wikipedia porque simplemente son parte de la historia de la ciencia y la tecnología mundial.
¿Pero, a quién se tendría que otorgar este premio? Copio y pego de Wikipedia:
El premio se otorga […] a la persona, personas, equipo de trabajo o institución cuyos descubrimientos o labor de investigación representen una contribución relevante para el progreso de la Humanidad en los campos de las Matemáticas, Física, Química, Biología, Medicina, Ciencias de la Tierra y del Espacio, así como técnicas y tecnologías relacionadas con ellas.
Steve Jobs no ha hecho nada por la ciencia. Ni siquiera tiene un título universitario científico. Que yo sepa, no ha publicado en ninguna publicación especializada, no ha realizado ninguna investigación que haya hecho avanzar a la humanidad, ni nada de lo que es esperable para el receptor de un premio de estas características. Tampoco es profesor en ninguna Universidad ni es Doctor honoris causa por ninguna otra (aunque su ex-compañero Steve Wozniak sí se le dio tal distinción).
No niego los méritos de Steve Jobs como empresario, o como popularizador de un modelo concreto de ordenador personal. Tampoco pongo en duda su capacidad emprendedora, su visión de empresa, y el que sea un genio de marketing. Pero este premio no está para eso. Hay multitud de grandes investigadores con un currículum amplísimo que lo merecen más que este showman. Porque sí, además de gran empresario y todo eso, Steve Jobs es un showman. Lo cuál no es malo, pero sí es una de las causas de la gran fama de este señor.
Si finalmente no se retira esta candidatura (o, si a lo peor de todo, se le termina otorgando el premio a este tipo), los premios Príncipe de Asturias van a terminar perdiendo toda la distinción que acumulaban. Pasarán de ser la «antesala de los Nobel» a ser la antesala de «los famosos del mes». Si ya se le otorgaban hace años el de Deportes a Fernando Alonso y el de Cooperación Internacional a Ingrid Betancourt (ambos inmerecidísimos, en mi opinión), ahora se vuelven a acercar a otra posible decisión polémica. Una vez más, siento auténtica vergüenza de este país de pandereta. Espero que esta candidatura sea retirada y el jurado de los premios recapacite (mucho) sobre las decisiones tomadas en los últimos años.
Fuente: Vaguedades
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Enlaces relacionados:
– Konrad Zuse, inventor del primer ordenador programable
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