A simple vista, Conrad Chase no aparenta ser una tarjeta de débito humana.Sin embargo, como socio del Club de Playa VIP Baja Beach de Barcelona, España, él y 94 visitantes asiduos de los bares y discotecas decidieron implantarse minúsculos chips de datos en su piel para poder pagar las bebidas mediante un lector, sin necesitar dinero en metálico.
El chip, fabricado por la compañía VeriChip Corporation, es del tamaño de un grano de arroz. Cuando se implanta, transmite un número de identificación a un escáner, el cual permite a los usuarios pagar sus bebidas automáticamente desde su cuenta bancaria.
Chase es sólo un ejemplo extremo, pero ilustra el modo en que las nuevas tecnologías eliminan gradualmente el uso de efectivo en varios países de Europa.Hoy día, alrededor de 89% de las transacciones menores a 10 libras que se realizan en Reino Unido se pagan en efectivo, pero se espera que esa cifra se reduzca sensiblemente en los próximos años a la vez que los consumidores vayan pagando todo, incluso un café y un sandwich con una tarjeta plástica, por teléfono celular o cualquier otro sistema.
Pero no todos creen que el dinero en efectivo vaya a desaparecer tan veloz y radicalmente.Jonathan Charley, vicepresidente de Servicios Financieros en la compañía de negocios y tecnología EDS, se pregunta si los minoristas estarán dispuestos a asumir los costos de integrar los nuevos sistemas de pago, destacando que muchos de los esquemas de pago electrónico no pueden ser utilizados por aquellos que no tienen una cuenta de banco.
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