Una de las grandes novedades del último modelo, el 4, es el diseño de la antena. Los teléfonos móviles actuales llevan la antena dentro, debajo de la tapa trasera. Apple sin embargo ha optado por algo diferente: han diseñado el teléfono en forma de dos «tapas» (una es la pantalla, la otra la tapa trasera) y entre ellas han situado un «marco» metálico, de acero inoxidable, que además resulta ser la antena. Antena que, recordemos, no es una sino trina: tiene que manejar la red inalámbrica y el Bluetooth (ambos están en las mismas frecuencias, así que valen por 1), el GPS, y la parte de móvil.
Y el punto «G» (de garete, insisto) se puede ver en la parte inferior izquierda de la foto. El marco de acero está dividido en dos elementos, y hay una separación de unos 2 mm. entre los dos elementos. Si se pone el dedo en el fatídico punto, el dedo conecta las dos antenas entre sí. El efecto, dicho en términos accesibles, es que la antena «se desequilibra» y eso reduce su rendimiento.
La solución parece ser utilizar una funda. Al rodear la carcasa no solamente se impide el contacto eléctrico; además se mantiene el dedo relativamente alejado de la antena, lo que previene el problema del «cortocircuito». Lo entrecomillo porque no es necesario un cortocircuito estricto para causar problemas.
Información completa en: El insultor
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Enlaces de interés:
– Actualidad informática: Apple
– Historia informatica. Los microordenadores se hacen familares
– ¡La informática en un garaje! 1971 – 1976
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