Misiones de la Fuerza Aérea de EE.UU., tales como la vigilancia permanente de grandes áreas, requieren de análisis de datos masivos en superordenadores para ofrecer la capacidad crítica de encontrar la proverbial aguja en el pajar y con ello ayudar a los seres humanos a evitar la sobrecarga sensorial. En otras operaciones extremas especiales encubiertas, las fuerzas tienen comunicaciones limitadas, tiempo limitado y capacidad limitada de la batería, pero necesitan la funcionalidad de un portátil con la capacidad computacional que sólo hace unos pocos años habría anecesitado una supercomputadora. Aún más complicado, el funcionamiento autónomo de los microvehículos aéreos de alta demanda, las operaciones informáticas se llevarán a cabo en espacios físicos equivalentes a cerebros del tamaño de pelotas de golf. Este reto se vuelve aún más difícil cuando los vehículos se reduzcan al tamaño de «Bichos»alrededor de 2020. La combinación de análisis masivo de datos en los superordenadores y sistemas informáticos incorporados de alto rendimiento permiten las nuevas capacidades de la misión de la Fuerza Aérea.
Tal como se estableció en el cuadro 4.1, el primer reto técnico se dirige directamente a todas estas necesidades de la misión es lograr la eficiencia energética a nivel del sistema y la búsqueda de los medios técnicos para mejoras de 700 veces en los próximos 15 años. La eficiencia energética debe ser un de primer orden, si no el principal, el criterio de diseño valorando las ventajas y desventajas de la ingeniería de sistemas. Los avances tecnológicos, tales como apilar tres dimensiones pueden entrar en juego, pero no si se recalienta la pila de chips que consumen mucha energía.
Presentación original (AFD-120209-060.pdf)
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