Versión breve, limitada y simplificada por Mauricio-José Schwarz:
Libera. Educa. Da poder. Permite opinar con conocimiento de causa. Evita que lo timen. Elimina miedos. Promueve la igualdad y la justicia. Quita poder a los manipuladores religiosos y místicos. Aclara las ideas. Responde preguntas. Explica por qué hay preguntas que no se pueden responder. Explica cómo responder otras preguntas. Asombra. Entusiasma. Ayuda a ser un consumidor más consciente. Anula odios irracionales. Rompe el velo del misterio sobre asuntos directamente personales como los de salud. Ayuda a ser un elector más consciente fortaleciendo la democracia y la comprensión de los asuntos que están en juego en las elecciones. Desalienta el maniqueísmo. Quita fuerza a la propaganda y la publicidad. Da una visión más amplia de la realidad. Enriquece la vida espiritual y emocional. Ayuda al disfrute de las cosas buenas de la vida. Ayuda a borrar los conceptos de pecado y moralidad impuesta por miedo, chantaje o soborno.
Y todo ello sin una fórmula matemática, sin un símbolo de la química, sin una suma y una resta, simplemente aprendiendo cómo trabaja la ciencia, qué es el pensamiento cuestionador, indagador, crítico, tenaz y humilde, y cómo nuestras opiniones deben depender de los hechos y no al revés. Que eso es la ciencia en su base. No saber cosas, sino saber cómo es que hemos logrado saber cosas con certeza y por qué podemos estar seguros de ellas.
Fuente: DE AVANZADA
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