La impresión 3D es considerada como nueva revolución industrial del siglo XXI, que nos permitirá imprimir todo aquello que imaginemos y seamos capaces de diseñar, está cambiando nuestra forma clásica de entender la producción y la manufactura.
Un estudio realizado por la Michigan Technological University indicaría que la impresión 3D no solo sería más barata, sino que además es más ecológica.
El trabajo, publicado en la revista ACS Sustanaible Chemistry Engineering sostiene que la impresión 3D usa menos energía, que provoca que se reduzcan las emisiones de dióxido de carbono. Los estudios que realizaron concluyeron que fabricar un producto mediante impresión 3D consumía entre un 41 y un 64% menos de energía, lo cual contribuía a favorecer el lado verde de estas impresoras.
Su investigación se llevó a cabo utilizando el proyecto RepRap, una impresora 3D que puede ser usada para realizar prototipos de manera rápida y económica. A pesar de sus buenos resultados, los científicos norteamericanos son conscientes de que este ha sido solo el paso previo para certificar realmente la eficiencia y sostenibilidad de la impresión 3D.
Fuente: ALT1040
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