Tal vez saben que Bill Gates tiene un nuevo puesto en Microsoft desde la llegada del nuevo CEO –Satya Nadella– hace un par de días, y su primer día de trabajo fue ayer, pero lo hecho en el primer día no fue algo vital, sino frustrante; al menos así lo informa la publicación New Yorker.
De acuerdo con fuentes cercanas a Bill Gates –ahora asesor tecnológico en Microsoft– y a la publicación norteamericana, el fundador de Microsoft tuvo serios problemas cuando, en su primer día de trabajo, intentó instalar Windows 8.1 por varias horas seguidas, sin éxito alguno. Fue tanta la desesperación del filántropo que instaló otra versión del sistema operativo.
Todo comenzó por la mañana, cuando Bill intentó instalar Windows 8.1 en su computadora principal, la cual seguía y seguía arrojando un error que impedía la completa instalación y hacía que se reiniciara. Una vez que llegó el medio día, y sin cambios en el progreso, Bill optó por llamar a su amigo y nuevo CEO de Microsoft, Satya Nadella, para que le ayudara en la instalación; pero, aún con el fundador y director general de Microsoft, la computadora y Windows 8.1 no cedían.
Al final, y después de varias palabras de frustración que salían de la boca del tan-tranquilo-que-se-ve Bill Gates, el asesor terminó por instalar Windows 7, una versión del sistema operativo que está por cumplir 5 años de su lanzamiento. La fuente, que presenció todo lo que sucedía, indica que fue una sorpresa ver a Bill Gates tan afectado por no poder instalar la última versión del sistema operativo de la compañía que el mismo fundó. Seguro, una de sus primeras cosas a asesorar, será que haya cambios en la instalación de W8.1.
El editor de la nota original para New Yorker, Andy Borowitz, suele escribir notas satíricas con respecto a temas de momento. Por supuesto, la supuesta noticia es falsa.
Fuente: New Yorker
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