Japón, por un lado es una sociedad de lo más liberal con cosas que difícilmente encontraríamos en otras sociedades, pero por otra parte tienes leyes tan restrictivas como las que obligan a los productores de cine erótico a censurar los genitales.
Los encargados de este arduo trabajo son profesionales que pueden cobrar 15 dólares por hora trabajada, y las películas que no están censuradas son para exportar o directamente ilegales (hace poco la policía japonesa requisó 140000 DVD sin censura en Osaka).
??????? (mozaiku jyokyo-ki en romaji, máquinas de eliminación de mosaicos en español) son el nombre de las máquinas creadas hace décadas con la misión de borrar todo lo pixelado de las películas, para así dejar los genitales de actores y actrices a la vista. Han estado a la venta durante años, su precio alcanza varios cientos de dólares dependiendo del modelo, y consisten básicamente en hacer pasar el vídeo por una caja llena de ruedas e interruptores.
Las películas eróticas actuales están creadas con un algoritmo que evitan que esto pueda pasar. Pero, con los tiempos que corren, no es de extrañar que haya software que asegure que borre lo pixelado y nos dejen con los genitales al aire. Por ello ya hay productores de cine para adultos en Japón que buscan a personas que, a tiempo parcial, se dediquen a pixelar a mano escenas de estas películas por unos 500-600$ al mes.
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